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Escudo Instituto Tramontana

Diluvio

NOVIEMBRE 2024

Gotea. El agua parece paciente. Y antes de que nos demos cuenta, el mundo entero está bajo su domino.

Aquello que nos da la vida, al mismo tiempo, puede arrebatárnosla. Con su fluir incesante, el agua es aliento y reflejo, un espejo de nuestra propia fragilidad. A veces nos calma la sed, pero otras puede devastarnos la vida misma.

En El Diluvio de Miguel Ángel, los cuerpos se aferran al último trozo de tierra, rodeados de agua. La misma agua que nutre el mundo, aquí se convierte en una amenaza que lo consume todo. Es el poder que fascina y aterroriza. La belleza transformada en fuerza implacable. La escena no sólo muestra la lucha, sino también el respeto que emerge frente a algo tan vasto y tan indomable como el agua.

Las inundaciones de la Dana nos recuerdan que, aunque el agua es vida, también puede ser prueba y desafío. Cada gota lleva consigo un misterio: puede acariciar o arrasar, puede unirnos o hacernos sentir pequeños y vulnerables. En el momento en que el agua reclama su fuerza, nos confronta con la necesidad de proteger lo esencial. Nos puede llenar de rabia y tristeza. De dolor.

Alhambra

Estos días la línea entre cielo y tierra se desvanece, como si el mundo entero se hubiera convertido en agua. Las calles son ríos, los hogares anegados y los recuerdos se encuentran flotando en aguas turbias. Cada gota caída es una historia de pérdida, pero también de resistencia. En cada pueblo golpeado han surgido cientos de manos tendidas, de corazones abiertos, de voluntades inquebrantables. Esto es un homenaje a todas ellas, por su fuerza y solidaridad. Gracias por buscar la luz entre las tinieblas.


Hace unos días, Irene Vallejo escribía en una columna llamada Inundaciones:

«En días de riadas, quizás conviene recordar que el principal componente de nuestros cuerpos es el agua y, por tanto, estamos hechos del mismo fluido que los ríos. Como las aguas, a veces benéficas y a veces catastróficas, los seres humanos podemos arrasar o aliviar la Tierra.»


Ojalá sólo aliviáramos la Tierra.
Ojalá quienes tienen la mayor responsabilidad, buscaran aliviar la Tierra.


Sumémonos a esas voluntades inquebrantables. En este enlace encontrarás algunas de las iniciativas.


Un abrazo cálido a quienes están sufriendo la angustia y las pérdidas en estos días.

Mónica Meika

CEO del Instituto Tramontana

Esta edición no cuenta con todo el contenido habitual por respeto a quienes sufren estos días. Si quieres conocer nuestras próximas formaciones y eventos, puedes hacerlo en la web del Instituto.

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